Cancún, Quintana Roo

Paul y el Cancún de lo posible

Viernes 20 Noviembre 2015

 

Paul también gana premios y distinciones nacionales. El más reciente es el obtenido de la Conferencia Nacional de Municipios de México (CONAMM) por los beneficios sociales y el éxito del programa “Brigadas de Salud con Resultados que Transforman”, gracias al cual más de 40 mil se han beneficiado con una estrategia cuyo fin es fomentar una vida sana, al brindar consultas médicas básicas y de especialidades, así como pláticas sobre prevención.

 

El galardón se suma a los reconocimientos de otros organismos e instancias que también han destacado el trabajo de la administración 2013-2016, encabezada por el cancunense, quien ha cambiado la fisonomía de una ciudad otrora acostumbrada al saqueo, a las crisis, a la polémica, a la inestabilidad. Nos habíamos mal acostumbrado a los fines de trienio escandalosos con el PRD y sus aliados.

 

Paul Carrillo fue de menos a más, porque primero puso la casa en orden, empezando por las finanzas, ya que el gobierno anterior le heredó una deuda estratosférica, casi inexplicable. Con los números estables, las calificadoras Moody´s y Fitch Ratings elevaron en dos ocasiones las notas en un Cancún que por estas fechas no se endeuda y que, por el contrario, solventa los compromisos propios y ajenos.

 

Ya con estabilidad empezó lo bueno. Paul pensó en la herencia: los espacios públicos, lo cual se refleja en la pavimentación, la rehabilitación del centro, la reconstrucción de calles y avenidas, la construcción de parques, las seis playas “blue flag”, los domos deportivos y otras de gran envergadura.

 

En su segundo y último informe de septiembre, el presidente municipal demostró que sí se puede. En un acto tan atípico como arriesgado, marcó la ruta del último tramo, instruyendo a su equipo multiplicar los esfuerzos, apoyándose incluso en la transparencia. A pocas semanas de terminar el año y con el mejor mes de recaudación a la vista (diciembre), las cuentas son alegres.

 

¿No que era imposible? Recuerdo como si fuera ayer la insensatez de los exgobernantes que aducían “domar un monstruo de mil cabezas, sin pies ni cabeza” para intentar justificar su frustración, magnificando sus escasos logros para poder aspirar a más, pero prefiriendo desaparecer de escena por un tiempo por miedo al balconeo.

 

Paul va bien. No hay duda. Quienes podemos comparar el Cancún de hace pocos años (el de la crisis y los baches), con el de hoy (el de la estabilidad), debemos reconocer que tuvo razón desde un principio, cuando sostuvo que el mismo partido en los otros dos niveles de gobierno resultaría mejor en beneficios para la mayoría.

 

Pese a que tiene que lidiar con una ciudad vertiginosa, ha sabido manjar los hilos más finos y poner mano firme cuando ha sido necesario. Problemas, riesgos y desafíos siempre habrá. Así es Cancún. Sin embargo, no todos los reconocen ni encaran con valentía y pasión.

Allá los que condenan las pifias naturales, le temen a los retos  y critican sin conocer siquiera el pasado más reciente del destino turístico líder de Latinoamérica, con todo y sus bemoles.

Paul también gana premios y distinciones nacionales. El más reciente es el obtenido de la Conferencia Nacional de Municipios de México (CONAMM) por los beneficios sociales y el éxito del programa “Brigadas de Salud con Resultados que Transforman”,..

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